Ha quedado
evidenciado a lo largo de la historia mundial y sobre todo venezolana que tanto
los partidos de derecha como los de izquierda, siempre han buscado
simultáneamente el poder y defienden la libertad, cada uno a su manera. Unos buscan
proteger a la sociedad de un modo cuestionable mediante una economía
centralizada, cerrada y fiscalizadora, tal sistema es el de tendencia
izquierdista. Mientras el otro busca cuidar a los ciudadanos bajo la primicia
de que la calidad de vida del pueblo es directamente proporcional al estado
económico de la nación, y por ende se caracteriza por una economía abierta
donde el mercado es el único que rige las pautas para que la misma crezca.
Ahora bien,
nosotros no somos jueces de que sistema es el mejor, de hecho a lo largo de la
historia de nuestro país hemos evidenciado la creación de muchos partidos
políticos, algunos con tendencias izquierdistas pero sin llegar a ser marxista
como es el caso de URD, también hemos
estudiado la creación de partidos netamente marxistas como son el MEP y MIR
cuyo lema era “conducir al pueblo venezolano hacia el camino
del Socialismo por medio de la Revolución Nacional, haciendo realidad un
programa claramente antiimperialista y antifeudal”.
Definitivamente, mediante la investigación que
se realizó no cabe la menor duda de que estos partidos políticos en Venezuela
se han creado siempre por una causa negativa, por lo general de divisiones
entre sus líderes. Es por esto que muchas personas de nuestro país siempre se
preguntan, si verdaderamente los políticos tienen sinceras intensiones para con
nosotros y lo que nos interesa.
No por esto decimos que la URD, MEP o MIR no
tuvieron una visión buena para el país, sino que lamentablemente estos partidos
no se crearon para satisfacer una nueva tendencia de buscar algo mejor, sino
por el contrario éstas tres se crearon por divisiones entre sus dirigentes.
Gracias a este trabajo realizado concluimos
definitivamente, que estos partidos políticos pertenecen a un mismo ideal,
algunos más radicales, otros más moderados. Además, estos partidos políticos han nacido con una
patología en sus entrañas, una patología putrefacta, esta enfermedad en la que
se hace mención es que sin importar cuál sea la intensión del partido, el color
o su visión, todas están consumidas por ese gran monstruo llamado interés personal.
Sin excepción todos los políticos están más
pendientes de incrementar sus arcas personales, que mejorar la situación de
país. Lamentablemente hasta que la sociedad no modifique su manera de pensar y
entender que los primeros que tenemos que cambiar para que el país mejore somos
nosotros, el país no podrá avanzar hacia un futuro mejor. Al fin y al cabo
ellos están dirigiendo el país porque es el pueblo el que los ha elegido, y si
nosotros tenemos ese poder bajo un sistema democrático, también tenemos el
poder para rendirle cuentas a los gobernantes y si el caso es de una mala
gestión, reemplazarla con otra cuya eficacia sea mas provechosa para el
desarrollo del bienestar social venezolano. Indudablemente, hasta que el
ciudadano no tenga un cambio en su personalidad, hasta en lo mas mínimo como no
botar basura en la calle, no podremos saltar hacia ese sueño que todos los
venezolanos queremos, ese sueño del desarrollo.